VII Encuentro de la Red Latinoamericana y del Caribe de Instituciones de Salud contra la Tortura, la Impunidad y otras Violaciones a los Derechos Humanos.
Durante los días 1 y 2 de octubre del presente año, se reunió en Bs. As. en asamblea la Red Latinoamericana y del Caribe de Instituciones de Salud contra la Tortura, la Impunidad y otras Violaciones a los Derechos Humanos. Participaron 15 centros de 13 países.
La Red declara que:
1) La invasión imperialista a Irak constituye en la actualidad la forma más brutal y masiva de violación a los derechos humanos. Repudiamos la teoría de la guerra preventiva que se utiliza como fundamento espurio para la masacre del pueblo iraquí, y que encubre intereses económicos y políticos del llamado modelo neoliberal.
2) El encarcelamiento en Guantánamo de ciudadanos de varios países, en condiciones infrahumanas, constituye una flagrante violación por parte de los Estados Unidos a las más elementales normas jurídicas de protección a los detenidos y a los tratados y convenios internacionales
relativos a estas materias.
3) Repudiamos enérgicamente, como profesionales de la salud, a los médicos militares norteamericanos comprometidos con la práctica de torturas en los centros de detención en Irak, violentando el compromiso ético del ejercicio profesional.
4) La implementación de los planes Puebla Panamá y Colombia son una injerencia inaceptable de los Estados Unidos en Latinoamérica y una afrenta al derecho de autodeterminación de los pueblos.
5) Advertimos que como pretexto y en nombre del combate al terrorismo, al narcotráfico, o en nombre de la seguridad ciudadana, se instrumentan en nuestros países campañas psicológicas que incrementan y manipulan los sentimientos de inseguridad, desprotección y miedo de vastos sectores de la población, así como políticas antipopulares y represivas que criminalizan la pobreza y la lucha social estigmatizando a los sectores más débiles y desposeídos. La aplicación de políticas de “mano dura” o “tolerancia cero” en la práctica implican endurecimiento de las penas, tortura, cárcel y muerte para los luchadores populares y los sectores más pobres de la población.
6) Es particularmente preocupante la violación de los derechos humanos de los pueblos originarios, los migrantes, las mujeres y los niños que se manifiesta en una masiva y creciente explotación y en el exterminio de jóvenes y de mujeres en nuestro continente. Estas prácticas, perpetradas generalmente en beneficio de empresas transnacionales, acarrean paralelamente serios deterioros ecológicos y medioambientales.
7) Siendo el Estado el responsable de las violaciones a los derechos humanos, es un derecho y una necesidad imperiosa de nuestros pueblos que los crímenes de lesa humanidad cometidos en el pasado y en la actualidad no queden bajo el manto de la impunidad, fenómeno que lesiona el tejido social y constituye una nueva agresión a los damnificados. En este sentido exigimos plena reparación para los afectados, así como la apertura de los archivos de inteligencia policial y militar para el rescate de la memoria y el juzgamiento de todos los responsables de violaciones a los derechos humanos.
8) Las violaciones a los derechos humanos inciden en la salud mental de la población, no solo de los afectados directos, sino del conjunto de la misma. Sus consecuencias se dan en el corto y largo plazo, y se trasmite trasgeneracionalmente. Las diversas respuestas sociales que implementan los afectados y las comunidades, constituyen actos de salud en tanto devuelven a los sujetos un rol activo y reparador.