El coraje de las mujeres enfrenta a los genocidas violadores

El tema negado ha roto el silencio al que estaba condenado. Las víctimas tenían los condicionamientos sociales que minusvaloraban las vejaciones dentro del contexto del horror padecido en los centros clandestinos de detención y exterminio. Sin embargo superando escrúpulos propios y ajenos, y posicionando la actitud militante por sobre el dolor la lucha y la resistencia de las victimas han dado visibilidad a los delitos sexuales en todos los ámbitos sociales, jurídicos, políticos y culturales.

La Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos  (AEDD)  es consciente que en los juicios que se llevan a cabo, se está librando una batalla política por la memoria colectiva,  que cada uno de los testimonios es parte de esta construcción, y la fortaleza de la misma es el camino indefectible a la justicia. A pesar  de todos cuantos tienden a alivianar la participación de los represores y cómplices, y de cuantos quieren eludir y omitir la responsabilidad penal de los miembros de las fuerzas represivas en estos delitos, la firmeza de las victimas ha derribado el cinismo y falsedades de los victimarios, y la connivencia de los cómplices; sin olvidarnos del silencio lapidario frente a estos delitos en el Juicio a las Juntas, ya que los mismos estaban contemplados en la esfera de delitos contra la honestidad, sumando el silencio que se tejió en los años posteriores, cuando estos delitos quedaban fuera de los alcances de la ley de Obediencia Debida ya que los genocidas no fueron exculpados por el robo de bienes, por la apropiación,  robo de menores y  por las violaciones.

No es éticamente posible considerar en modo alguno que puedan esgrimirse argumentos que no tengan en cuenta la coacción impuesta  en cada uno de los centros clandestinos de detención y exterminio, en que  las prisioneras estaban sometidas a toda suerte de torturas y amenazas. Es intolerable que las defensas de los imputados en crímenes de lesa humanidad  intenten negar el sistemático ataque a la integridad sexual de la mujeres o exigir que terceros corroboren los abusos y violaciones. Todos y cada uno de los delitos sexuales cometidos contra las prisioneras y prisioneros bajo el poder de las fuerzas represivas durante la dictadura genocida, fueron ataques tan concretos como aborrecibles, y que los mismos reúnen todos los elementos para ser considerados como delitos de lesa humanidad,  más allá de la frecuencia, sistematicidad y generalidad.

A nivel internacional, los delitos sexuales cometidos durante genocidios ya han sido asumidos como actos constitutivos de crímenes contra la humanidad, tal  como lo recoge el Estatuto del Tribunal Penal Internacional, por una parte, y por otra en los tribunales creados ad hoc para la ex Yugoslavia y en similar Tribunal para Ruanda. (Kunarac, Tribunal para la ex Yugoslavia, 2001, Furundzija, idem, 1998, y Jean Paul Akayesu, Tribunal para Ruanda, 1998)

Ya han pasado demasiados años de soportar una carga que les fue adjudicada a las víctimas, en el mensaje perverso de una doble estigmatización. Pero se han levantado desde la dignidad que no pudieron arrebatarles, y algunos tribunales han estado a la altura que las prisioneras demandaban desde sus testimonios, y han condenado a los represores, como en Santa Fe, causa Brusa, en febrero del 2010; en Mar del Plata, causa Gregorio Molina, en junio del 2010; y en la recién iniciada megacausa de Tucumán en 2011, donde los represores imputados, lo están también por delitos sexuales.  En este mismo sentido se inscribe la recomendación de la Procuraduría  basándose en el informe de la Unidad Fiscal de Coordinación de seguimiento de las causas por violaciones de derechos humanos.

Y estos son logros conseguidos por la lucha y resistencia de las sobrevivientes.

Lucha y resistencia que condensa asimismo todos los movimientos de mujeres desde 1960 hasta la fecha, lucha y resistencia que desde ya más de 28 años de existencia de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos (AEDD) venimos sosteniendo la denuncia constante de todos y cada uno de los crímenes cometidos por todos los genocidas contra todos los compañeros.
Llevamos en el cuerpo toda la memoria. ¡Arriba las que luchan!

 

Fuente: Asociación Ex Detenidos Desaparecidos. Noviembre 2012. Publicado en Boletín N° 930.