«Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas.» (Rodolfo Walsh)
En este juicio, todas las fuerzas que luchamos por el fin de la impunidad, hemos logrado que 68 represores sean juzgados por delitos cometidos contra cerca de 800 compañeros y compañeras que permanecieron detenidos-desaparecidos en ese campo de concentración. Estehecho se inscribe en un proceso judicial que no dudamos en considerar histórico. Se juzga un Genocidio.
Arribamos al juicio luego de más de treinta años de lucha de nuestro pueblo para sentar en el banquillo de los acusados a los genocidas.
Desde la anulación de las leyes de punto final y obediencia debida, las organizaciones nucleadas en Justicia Ya hemos denunciado una y otra vez el retardo y la impunidad generados por el desguace de las causas y siempre hemos exigido juzgar a todos los genocidas por todos los crímenes cometidos contra todos los compañeros en cada CCD o circuito represivo.
Por primera vez en nuestra historia, 68 imputados, en su mayoría pertenecientes a la Marina , estarán sentados en el banquillo de los acusados y esta imagen, sin lugar a dudas, demostrará por sí misma que toda la fuerza participó en el genocidio por el que exigimos justicia.
La ESMA fue uno de los campos de concentración más grandes implementados por la última dictadura, donde se cometieron crímenes tan horrendos en número y modo, que transformaron a este Centro Clandestino de Detención y Exterminio en uno de los mayores símbolos del terror dictatorial. Al servicio de un riguroso plan tendiente a reestructurar la sociedad argentina desde la conducción estatal, con el objetivo de disciplinar socialmente a la clase trabajadora y así obtener una más alta tasa de ganancia y concentración económica.
En la historia de nuestro pueblo, la impunidad ha sido la norma para todos los crímenes cometidos por las clases dominantes y ha beneficiado a los asesinos de nuestros hermanos de los pueblos originarios (siglos XVI y XIX) y la Campaña del Desierto, a los miles y miles de luchadores sociales y políticos que desde la Semana Trágica hasta nuestros días resistimos las políticas de dominación.
Por eso este juicio, constituye una victoria popular que resignifica toda nuestra historia de resistencias y luchas por el acceso pleno a todos los derechos humanos para todos.
Reafirmamos nuestro compromiso de fundamentar las veces que sea necesario que el mejor modo de calificar estos crímenes es encuadrarlos en la violación del Convenio de Prevención y Castigo al Delito de Genocidio, sancionado en 1948.
La desaparición de nuestro compañero Julio López, el día de los alegatos en el histórico juicio contra Etchecolatz, confirma que estos juicios no son sólo temas del pasado sino actuales y del futuro. Por eso, seguiremos denunciando dentro y fuera del tribunal las consecuencias que, en nuestro presente, provocó el genocidio llevado adelante por la última dictadura cívico-militar y el lugar que los grupos de tareas con asiento en la ESMA tuvieron.
Con la convicción de estar construyendo y recorriendo un camino de justicia para nosotros y para nuestros hijos, llevaremos a estos juicios las banderas de los 30.000, que son las nuestras, y seguiremos luchando con los compañeros que nos faltan, por la JUSTICIA , esa que será cuando hagamos realidad los proyectos revolucionarios que compartieron y compartimos.
Justicia YA! Buenos Aires